El último viaje grande del año pasado fue a la Ciudad de las Luces. Me di cuenta desde el avión porque se le decía así. Miles de millones de foquitos nos recibían a altas horas de la madrugada. Lo que también nos recibió fue un aeropuerto que parece estación espacial. Afortunadamente como era de noche la estación espacial estaba deshabitada y gracias a las pericias de Tere en el francés pudimos salir del aeropuerto rumbo a la ciudad.
Batallamos un poco con los mapas pero por fin llegamos a casa de Ángela (Según mis investigaciones Ángela fue una antigua novia de Alejandro para los que les interese el chisme). Su casa estaba en un barrio muy céntrico así que pudimos caminar, caminar y caminar tal como es nuestra costumbre.
El primer día, casi sin querer llegamos enfrene de Notre Dame. Con un músico que tocaba con maestría una guitarra y un patinador que juntaba monedas en el puente mientras hacía, estoy seguro que Tere se acordó de la canción de Filio que dice “y el Rios Sena detrás”. Yo busque al campanero de la Iglesia pues Alejandro me había dicho que era un jorobado bastante simpático.
Para los que no lo sepan, Tere tiene el plan de vivir en Paris y nosotros de visitarla. Así que además de una viaje de turismo fue un viaje de autoconvencimiento por parte de Tere y nosotros no perdimos la oportunidad de animarla a que se animara a descubrir los secretos de Paris.
Tuvimos muy buenos guías de la ciudad. Ángela y Constance (otra amiga de Alejandro para variar) nos mostraron rincones que de turistas no habríamos encontrado. El barrio de Belleville, las calles del Quartier St. Germain, la vista parisina desde as Galerías Lafayette, el café de Amelie y la vida nocturna parisina fueron algunos de esos descubrimientos.
Por lo demás hicimos lo que hacen todos los turistas, nos retratamos bajo ese amasijo de alambres que es La Torre Eiffel, paseamos por la explanada del Louvre, vimos el Arc de Triomphe desde Champs Elisées, y escalamos Mont Matre hasta el Sacre Cour.
No se cuando regresemos a Paris pero siempre nos queda este viaje.
3 comentarios:
París es siempre tan noble que te da la oportunidad del regreso. Volverás, Scorchy, volverás...
Scorchy en france!!! OOO la la!! la magie de Paris!!
Y el cafe des deux moulins... ahhh!! si Dios lo quiere estare por ahi en julio y agosto!! besitos de parte del oso polar!!!
Dinorah ; )
Scorchy y Alex...
No he perdido oportunidad de darles las gracias por este viaje, pero su "estar" en Paris ha sido uno de esos recuerdos que una guarda con celo... espero que Paris sea mi casa en unos meses, y tienen razón...siempre nos quedará este viaje!!!
Cariño fuerte
Teresa
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