jueves, 30 de abril de 2009

Doctor-ando


Antes de que escriba sobre nuestro viaje a Sevilla vale la pena recordar que el año pasado Alejandro se volvió un doctorando con todas las de la ley. Molo y Samara fungieron como interventores de gobernación para dar fe a la transformación de licenciado en doctorando, algo así como la transformacion de la oruga en mariposa, o el huevo en gallo.


Como en es costumbre en las presentaciones de Alejandro ante tribunal hubo un sinodal que se lució y terminó hablando más que él y otro que lo defendió. Afortunademente éste ultimo fue su asesor y le valió para obtener una buena nota. No abundaré más en la exposición de Alejandro porque ya se la sabrán de memoria, todo eso de las consecencias del 11-S que yo no termino por entender a pesar de que mi casita esté invadida de ensayos y libros sobre el asunto.

Más que la nota o la misma exposición, lo que me dio gusto como su compañero de viaje es ver a varios de sus amigos reunidos allí (con todo y que no había bebidas alcoholicas en el examen).

martes, 7 de abril de 2009

Sem dobri


El año pasado vinieron a visitarnos el primo de Alejandro, mejor conocido como el Molo, y su novia Samara. Como es nuestra costumbre, siempre intentamos acompañar a nuestros visitantes en sus viajes (aunque hagamos mal tercio). Después de algunas semanas de discusión sobre los destinos a visitar se tomó la decisión de ir a una de las ciudades que más quería conocer Alejandro, Praga.


En Praga nos recibió amablemente Paola, amiga del Molo y ahora amiga nuestra también. Fue nuestra guía, traductora e interprete de la cultura checa. Nos enseñó frases básicas como a decir salud, nasdrovia; buenos días, dobri dem; y estoy bueno, sem dobri. Alejandro se aprendió muy bien al última frase para poder ligar con alguna chica checa y robarle una sonrisa. Por desgracia sólo pudo aplicarlo una vez y aunque la chica sonrió supongo que no le entendió.


Praga está llena de casitas bonitas, de castillos, de iglesias de techos verdes y de puentes, muchos puentes. El más famoso es el Puente Carlos, del cual tenemos muchas fotos (siempre con turistas). En una de las sesiones fotográficas tuvimos uno de los encuentros más extraños de nuestra estancia europea, pues mientas Alejandro y yo nos tomábamos una foto, a tres metros una chica se autofotografiaba con una nutria más o menos de mi tamaño. Fue un encuentro curioso pues demostró que no era el único animalito que viajaba por el mundo y le quitó algo de locura a Alejandro. Obviamente nos tomamos una foto juntos para registrar el hecho.



Paola y su entonces novio, nos llevaron a Cesky Krumlow y Cesky Budejovice. La primera es una ciudad que es patrimonio de la Humanidad y la segunda pues no tenía nada especial salvo una gran plaza central con una enorme torre en el centro que daba una genial vista del paisaje checo. Fue un viaje de un día y lo cerramos comiendo cerdo y papas y bebiendo cerveza.


A propósito de comida, dada la temporada sólo pude comer algunas yerbitas mientras que Alejandor y compañía se atascaron de bramborakis, bramborackas, bejerovkas,, knedlíky y demás platillos ultracalóricos que acompañados con los litros de cerveza a un euro le hicieron una simpática pancita a Alejandro.


Podría contar más cosas del viaje, como la aparatosa caída de Alejandro y la desinfección de sus heridas con perfume de mujer, o los trucos de magia del Molo en un restaurante local a una señora que llevaba horas bebiendo pero prefiero terminar con el encuentro que tuve con Krtec, un simpático topo que es famoso en República Checa y tiene su propia caricatura. A pesar de que sólo coincidimos 4 días nos hemos hecho grandes amigos y le he prometido promocionar sus caricaturas en mi blog.