miércoles, 1 de septiembre de 2010

Marš mira: Day 1


¡At last, the continuation of our adventures in the Balkans! For this post I will switch to english for my new friends to understand and have some fun with my irreverent words.

As you know, we were on the brink of starting the Peace March, the first part of the Summer Research Program. Just for you to know we were supposed to go to Srebrenica, settle down, store all the precious belongings of the postgrads (ipods, lap tops, books, mobiles) and then travel to Nezuk. But since we stayed longer in Sarajevo for the Congress we just had to improvise -remember, bosnians are terrible at planning but good at improvising- and go directly to Nezuk with all the luggage.

The trip to Nezuk was a personal hell for Alejandro because the driver speeded in the old and badly maintained bosnian roads. I personally think he believed he was Michael Schumacher because he entered the turns at 80 km/hr and even passed big trucks carried with logs in the middle of the turns. Hopefully neither Alejandro or Julia (my first italian friend) poked and we arrived Nezuk safe and sound.

Maybe you don't realize it but when I say all the luggage I mean it (just look at the photo). The driver just dropped us at the camp with all the stuff meanwhile all the people in the camp were laughing at us for bringing all that stuff for a march across the forests. A journalist for a Bosnian newspaper even took a picture of the luggage mountain parked outside the military tents. I guess the title of the photo would be something like stupid foreigners at the beginning of the Peace March. Hopefully, some ours later they came to pick all the bags.


We arrived Nezuk the day of the World Cup Semifinal between Germany and Spain. As you can imagine, Alejandro was reallly nervous because he wouldn't be able to watch the match menawhile his girlfriend and all of his friends in Barcelona would be drinking and screaming in a cozy bar. A heavy summer rain made it more difficult to find a place (a home in the town) to watch the match, but suddenly a rumor was spread that the bosnian military were watching the game in one of the trucks. So Alejandro and Christian (our German friend) didn't waited too much and asked the soldiers if they could watch the match with them. ¡They let them! Sop we watched the match in a TV set installed in the back of a military truck connected to an electrical generator. Just to let you know everybody supported Germany and Alejandro was the only lunatic screaming and commenting the game in Spanish. As you all know Puyol scored (without a catalan flag to kiss) and Spain won the game so there was no aprty at Nezuk and we were all supposed to go to sleep.


We were supposed to sleep in the military tents like everyone else but we had the bad luck of sharing our tent with some drunk turks that began molesting the women of our group. Luckily some Nezuk women offered their houses to all of the girls and since some of the girls owned camping tents they lend them to us.


Just before going to sleep one local guy approached to us and began talking to our friend Ajdin (one of the organizers of the Summer Program). He translated us the words of the man and we found out he was kept in a concentration camp when he was a child and that he saw how her parents and brothers were assasinated. Fortunately for him he could escape, but before some soldiers fractured his kneecap and tried to cut his finger. He showed us the scars so we had to believe him. Ajdin offered an empty space at our tent and he accepted. He smoked inside our tent all night long and when the police came to quiet some of the drunk turks he confessed Alejandro that he was carrying a granade in case of problems. So, basically we shared a tent with a genocide survivor that carried a granade for self defense, cool!

martes, 13 de julio de 2010

Mr. Sarajevo


Alejandro me acaba de poner una canción que hace unos años popularizó U2 (udos para los españoles) y Luciano Pavarotti titulada Miss Sarajevo y hay una estrofa que se pregunta:

"Is there a time for keeping your head down. For getting on with your day."

Nuestra respuesta fue un rotundo no. En ningún momento bajamos la cabeza, porque de esa manera no huberamos podido apreciar los hoyos de balas (o de mortero) que tienen algunos edificios que sobrevivieron al sitio de 1992 y que tan bien recuerda Juan Gosytisolo en ese libro que Alejandro me leyo antes de embarcarnos en esta aventura. Tampoco hubieramos podido ver su renovado casco histórico donde solían convivir en un paisaje multicolor y multicultural los mercados turcos, las iglesias ortodoxas, las mesquitas, los comerciantes de plata...

Lo que si hicimos fue "getting in with our day" visitamos el museo (bueno, es sólo una sala) dedicado al asesinato del Archiduque Franz Ferdinand que dio paso a la hecatombe de la primera guerra mundial. También pudimos apreciar lo que antes era la biblioteca nacional y que ahora sólo es una cáscara de uan edificio esperando a ser restaurado, como lo fue El Parlamento o el hotel Holiday Inn, que rápidamente aprovecharon las inyecciones de dolares y fueron remodelados.

Caminamos bajo la lluvia, tomamos café turco y Alejandro probó los deliciosos bureks y los apetitosos cepavis, mientras esparamos al resto de los participantes de la estancia de investigación. Ya en compañía de nuestros compañeros de investigación fuimos a un congreso sobre reconciliación y justicia,a propósito del genocidio en Srebrenica. El congreso estuvo patrocinado por la embajada estadounidense, que es lo mismo que una firma de cigarrillos patrocinara una conferencia sobre cancer de pulmón. En fin, según Alejandro hubo un par de charlas interesantes y lo demás mejro valía revisarlo en un libro.



Nos hospedamos en un hotel que fue desrtuido durante la guerra y que fue restaurado para servir de hotel en la temporada de ski. El paisaje era tremendo y mientars Alejandro entablaba amistad con las Sarajevskas (cervezas), yo conocí unos gatitos y un perro que me contaron de su aburrida vida veraniega. Nuestra aventura de los proximos días serñia todo menos aburrida

martes, 6 de julio de 2010

Nubes sobre Sarajevo




Queridos lectores, esto no es un post en forma y fondo, si pudiera definirse como algñun género creo que serían como esas nubes de pensamientos que tienen los personajes de los comics. Estas son algunas de estas nubes de pensamientos que se nos han aparecido en esta ciudad herida por las guerras:

  • Lo que podría pasar como una simple mancha roja de pintura en la calle recibe el nombre de rosa de la muerte pues son cráteres de bombas rellenados con asfalto rojo. la ciudad esta tapizada de estas manchas terribles
  • La cerveza bosnia por excelencia es la Sarejevsko. Cuentan que durante la guerra, la fábrica sólo contaba con agua y poca cebada y lúpulo para hacer la cerveza y que sólo podían hacer como una botella diaria, por lo que la dejaban aleatoriamente en alguna puerta.
  • Dicen que el festival de cine es el evento más divertido en Sarajevo, y curiosamente es antecedido por el más triste, la conmemoración del genocidio.
  • Varias personas afirman haber visto varios osos europeops en los bosques aledaños a sarajevo.
  • "Los bosnios no somos buenos planeadores pero somos los mejores improvisadores"
  • Lo que me viene a la cabeza al ver la mayoría de los edificios de Sarajevo es un queso gruyere.
  • Sarajevo tiene 500,000 habitantes y según los bosnios hay 3 taxis por cada habitante.
  • Bosnia es el país que vende más café en el mundo (per cápita) y ni siqueira lo produce.
  • Los tranvías usados en Viena antes fueron pribados en Sarajevo por si no funcionaban
  • Además del DF es el primer lugar donde vemos trolebuses (además idénticos).

Preludio balcánico




Ya deben estar acostumbrados a la pereza escritora de este puercoespín, así quenquizás les sorprenda que vuelva a escribir tan pronto, pero Alejandro ha sido aceptado apra una estancia en Bosnia y creo que es mi deber como su compañero de viaje y paparazzi contar lo que nos acontece en este viaje. Así que no nos abandonen en este mes que actualizaré el blog bastante a menudo.

Empezamos levantándonos temprano, para ir de Barcelona a Girona y de ahi tomar un "cómodo" vuelo de Ryan Air a Bratislava. Nuestro fin no era visitar esa ciudad tan pintorescda sino trasladarnos a Viena donde Poi y Vale nos esperaban para darnos asilo.

Llegamos a Viena el domingo por la tarde y conocimos "Casa paraíso" el nuevo hogar de nuestras viejas amigas y pasamos una linda velada platicando de sueños, pasados y presentes. Por desgracia, sólo pudimos estar una noche con ellas porque nuestro vuelo a Sarajevo salía en la marugada (9:50) del día siguiente.



Una vez más nos paramos temprano para estar en el aeropuerto a tiempo y lo ligramos gracias a la sabía guiá de Poi, y sobre todo de Vale, que parece conocer Viena mejor que su mamá. en fín, nos esperaba un avión con motor a élice de la afamada Bosnia i Herezegovina Airlines para llevarnos a nuestro destino. El viaje fue agradable, con un sanwich y bebidas (no alcohólicas gratis) gratis. Nuestro equipaje nos acompañó en todo momento y unos amables Kiran y Ajdin (nuestros anfitriones y organizadores de al estancia.

viernes, 2 de julio de 2010

¡Think norwegian!


Otra vez con pretexto de un congreso nos hemos ido de pata de perro -o de puercoespín. Esta vez el paraje escogido fue Oslo, pintoresca ciudad en la gélida Escandinavia. Afortunadamente el clima en verano es menos agreste y no tuvimos que empacar como si fueramos a Siberia. también para nuestar buena estrella, Alejandro tenía una amiga -Alejandra- que nos dio asilo político durante una semana.

La lluvia y un pertinente viento nos recibió y enseguida la garganta de Alejandro lo resintió, empezando lo que sería una semana de tosidos estornudos en diferentes tonos. Creo que psicológicamente ya se sentía en verano y la necesidad de llevar chamarra fue lo que doblegó sus defensas bacteriológicas. En fin, en la línea de su mamá, la enfermedad quedó en segundo plano y las responsabilidades -y el turismo- se hicieron diligentemente.



El congreso fue titulado "New landscapes of justice and security" y mi buen amigo dio su show entre tosidos y chistes. A diferencia de otros congresos donde ha habaldo, esta vez consiguó la atención del público y generó diversos y coloridos comentarios que lo dejaron bastante contento. también le provocó mucha felicidad que la universidad pagara la comida y la bebida todo el día. Debo decir que tal detalle fue una gran ayuda para nuestro ajustado presupuesto y lo aprovechamos hasta el punto mexicano de llevarse un bocadillo y tres rebanadas de pastel para que nos se fueran a desperdiciar.

El clima fue itinerante toda la semana, a veces llovía y a los 10 minutos salía un sol que ocasionaba que todos los noruegos se pusieran en traje de baño y se tumbaran en la franaj de pasto más cercana. Ale nos hizo el favor de prestarnos su credencial para las bicicletas públicas así que pudimso ver Oslo con los ojos del ciclista ya que no nos subimos al metro ni una sola vez.

Visitamos todo lo que había que visitar en Oslo, su famosa Opera que parece estar emergiendo del oceano, su castillo -bastante sencillo por cierto-, la fortaleza Akershus, el museo de los barcos vikingos y del famoso explorador Heyerdahls.

Sin embargo lo que más disfrutamos fue al compañía de Ale, su esposo Knut y su linda hija Sara María, que dicho sea de paso no nos hablaba cuando llegamos pero hasta nos incluis ane sus juegos unos días después. Con ellos fuimos a nuestro primer cumpleaños noruego y Alejandor pudo confirmar que quizás tenga un antepasado noruego pues la comida -especialmente los postres- es parte fundamental de estos festejos.

Otro episodio interesante que nos ocurrió fue conocer a una linda chica noruega que quería salvar a un pobre cuervo que se habia caído de su árbol. en un pequeña plaza entre la Opera y la Estación Central, Alejandro se dedicó a estar con ella mientars los junkies locales evitaban que la chica se llevara el cuervo a un veterinario esgrimían teorías sobre la monogamia y la fidelidad de los cuervos. Sin que me vieran yo pude hablar un poco con el cuervo, que en medio de su agonía estaba feliz porque hubiera aún personas en el mundo que se preocuparan por la vida.


El útlimo día pudimos ver el museo de Edvard Munch y ver las famosas pinturas de "El grito" y "Los vampiros" que fueron robadas hace no mucho tiempo. Buen museo que no pudismo ver en la semana debido a una huelga de guardias de seguridad.

Con la misma tos en sol menor, pero con un mejor clima volvimos a Barcelona muy agradecidos con Ale, Knut y sara marñía y con la esperanza de volver a Noruega para presenciar las auroras boreales y el sol de media noche.



jueves, 1 de julio de 2010

London bridge is not falling down


Despúes del largo viaje a México, Los Ángeles y Las Vegas tuvieron que pasar 4 meses para que, como dice Alejandro, volviera a agarrar agua la nube y pudieramos viajar de nuevo. Esta vez el pretexto -siempre hay uno- fue el Congreso sobre Sociedad y Vigilancia al que Alejandro quería asistir para platicar con un investigador, que le facilitaría la posibilidad de viajar a Canadá. Así que este viaje fue el pretexto para buscar otro pretexto para otro viaje futuro, ¡Guay! como dicen por estas tierras.

Para no volver a ejercer el oficio del extrañamiento, esta vez Cristina hizo todo lo posible para acompañarnos y así fue como partimos los tres a la ciudad de Dickens, Jack el Destripador y el Chelsea F.C. Precisamente en el hotel del Chelsea F.C nos hospedamos y guardamos silencio sobre nuestra sangre blaugrana.

Desde el primer día -y dada nuestar restricción presupuestal- Alejandro y Cris hicieron el voto de caminar lo más posible pues con el precio de un autobus en Londres bien puedes comer una comida corrida en México. Afortunadamente el clima nos sonrió y para nuestar sorpresa ninguna nube de tormenta nos persiguió al salir del hotel.


El primer sitio que visitamos fueron los Almacenes Harrods, donde Alejandro se acordó especielamente de su madre consumista y su hermano enamorado de la ropa de diseñador. Posteriormente nos enfilamos hacia el famoso Soho caminando por Picadilly Circus. vale la pena contar que en el viaje Alejandro se ocupó de la ubicación espacial y Cristina de memorizar las atracciones. Yo simplemente ejercía voto de calidad cuando les daba por ponerese democráticos o estaban tan cansados que no podían decidir.

Ese mismo día tuvismo la suerte de encontrar varios puestos de comida alrededor del Mercado de Covent Garden. Había de todo, hamburguesas, salchichas, kebab, arroz, pasta, hasta comida vegetariana para mí. Además de la música en vivo, la gran ganancia del día fue un chelsea bun -algo así como un rollo de canela- que nos salió gratis.

El día siguiente jugaba el Barça contra el Madrid, por lo que nuestra visita se vería interrumpida por tan notable evento deportivo. Así que decidimos simplemente ver lo más representativo de Londres, es así como llegamos al reloj gigante ese que impresiona tanto, a la Abadía de Westmintser y al Palació de Buckinham. A ninguno de ellos pudimos entrar ya que no era temporada de verano. Esto nos dio tiempo para caminar un poco a la orilla del Thames y buscar un bar para ver el partido. Finalmente tuvimos que pagar 5 pounds para entrar al bar y ni siquiera nos dieron uan consumición, pero como dice un comercial, ver ganar al Barça no tuvo precio. Aún con la adrenalina del partido volvimos al hotel caminando y no miento si les digo que hicimos como dos horas y media. Los pobres llegaron tan mlatrechos que al día siguiente decidieron probar el metro de Londres.



Como era de esperarse, lo pirmero que hizo Alejandro al entrar al metro fue contar las CCTV's -sin comentarios-. Ese día lo dedicamso a museos. Primero la Tate Modern y luego el British Museum, o como lo llamó Alejandro "la quintaesencia del robo arqueológico". Este último fue tan impreisonante que volvimos el último día. Ese mismo día encontramos otro mercado, el de Brick lane, donde comimoms una extraña pizza japonesa de col con queso y un arroz tailandés, yummmy!!


Cristina nos abandonó pues tenía que regresar a trabajar, y Alejandro me llevó al congreso. Sólo pudimos entrar a 3 sesiones pero según el valió la pena, pudo apalabrar la estancia en Canadá y
conocer otros individuos interesados en su tema de tesis.

No se por qué razón nos habíamos resistido tanto a visitar Londres, es una ciudad cara pero bien vale la pena visitarla, sobre todo cuando no llueva.


miércoles, 9 de junio de 2010

Sin City

Como les contaba en el post anterior, lo que parecía un inofensivo viaje de vuelta a Los Ángeles terminó en la ciudad conocida como Sin City, es decir, Las Vegas. La tía Laura venció el miedo y manejó las 4 horas que separan a la capital del juego con la capital de los autos, mientars que Alejandro y yo servíamos de DJ's para amenizar el trayecto a través del Estado de Nevada.

Por ser jueves conseguimos hospedaje económico en el famoso Hotel Stratosphere, ese que tiene una torre que parece una nave espacial. Dejamos nuestras cosas en el hotel y nos internamos en la noche del "vicio y la perdición".


Primero visitamos la parte vieja de Las Vegas, y digo vieja porque según nos explicaron los primeros casinos fueron construidos allí. En la famosa calle Fremont Drive nos metimos a nuestro primer casino y tomamos nuestra primera bebida espirituosa de la noche. La tía Laura tomó un vino, Alejandro pidió una cerveza (para no variar) y yo un pequeño chupito de un licor de hierbas. Tomamos nuestro aperitivo mientras disfrutábamos de un show en una pantalla gigante pegada al techo de Fremont Drive.


Mis lectores sabrán que me emocionan mucho las lucecitas y esta vez no fue la excepción, quedé boquiabierto de la luminosidad de la ciudad. Manejamos por Las Vegas Boulevard hasta el Copacabana, donde vimos uno de los únicos shows gratis que hay en la ciudad. La verdad no me impresionó mucho, mujeres con poca ropa bailando y navegando por el techo del casino aventando collares, creo que Alejandro tiene otra opinión pues tomó varias fotos que no subiré a este blog. Por desgracia después de cenar un sueño feroz atacó a la tía por lo que nos retiramos a dormir a nuestras espaciosas habitaciones.


El día siguiente recorrimos los lobbies de los hoteles: el Bellaggio con su jardín japonés, el Caesars Palace con su Coliseo, el Venetian con unos canales artificiales en su interior, el Paris con su Tour Eiffel falsa, en fin suntuosidad sin historia, como dice Alejandro.

Por la tarde no nos quedó otyra más que jugar, sería penoso estar en Las Vegas y no jugarse por lo menos un dolar. Le propuse a Alejandro que apostara su beca en el backgammon o la ruleta pero cais me deja empeñado con una croupier de castigo. El gran descubrimiento fue que si juegas en cualquier casino, la bebida -cualquiera- es gratuita.



Volvimos por la noche a LA para embarcarnos al día siguiente de vuelta a Barcelona, fue una gran estancia con la tía que ojalá se repita pronto.

miércoles, 28 de abril de 2010

Fin de 2009

Como es nuestra costumbre, a finales de año visitamos México de nuevo. Esta vez hicismo una escala amistosa y afectiva en Los Angeles, donde nos quedamos un par de días con la querida Tía Laura y sus mascotas.



A diferencia de la visita angelina de 2008, esta vez el clima no nos ayudó y parece que arrastramos con nosotros como si fuérsmo personajes de caricatura las nubes grises de Barcelona. Según los noticieros americanos no llovia en California de esa manera desde hacía más de 15 años. Aún así, aprvechamos para visitar a unos amigos de Alejandro (Yuriy, Katie y familia) y conocer a algunso amigos de la tía que nos faltaban como Marcos y Sara, que tristemente hace días cambió Orange County por una latitud en otra vida más tranquila lejos de la leucemia.

En México estuvimos casi un mes y enseguida Alejandro llenó su agenda social de compromisos. Esta vez no quise acompañarlo y preferí quedarme con mis primos Urchy y Torchy para ponernos al corriente en travesuras. Esta fue una visita bastante austera dada la crisis económica famiiar pero aun así arrojó algunas sorpresas, como que por primera vez Alejandro no se peleara con su mamá o que la visita de Marcos en año nuevo.



Cuando pensamos que no habría más aventuras, regresamos a Los Ángeles y en el siguiente post les contaré lo que sucedió.

jueves, 1 de abril de 2010

Feeling academic in Wales






La continuación de nuestra aventura británica nos llevó a Aberystwyth -ciudad de pocas vocales y muchas gaviotas-, donde Alejandro presentó una ponencia sobre ese tema de los aviones que se estrellaron contra las Torres de Nueva York.

La universidad estaba enclavada en un cerro, donde se podía dominar toda la costa galesa...breathless, diría Alejandro con un tono britón bastante gracioso. Mientras el desempacaba y se dirigía a la primera sesión, yo sali al bosque para entrevistarme con la fauna local. Algunos conejos, ovejas y mirlos bastante simpáticos me dieron la bienvenida a sus dominios.



Alejandor se decepcionó un poco cuando vio puras cabecitas blancas en el congreso, es decir la media de edad superaba a la de sus padres. Seguro se le reventó la burbuja en la que puras investogadoras suecas y eslovacas presentaban en un salón de congresos con poca ropa... En fin, para hacer el cuento corto, eramos los únicos hispanohablantes y obviamente los únicos latinoamericanos. Casi la mayoría de lso asistentes era inglés y viejo.

A pesar de eso, hacia el final del día, Alejandro pudo encontrar a gente de su edad que también presentaban alguna ponencia: un australiano, un italiano, una sueca, una suiza, una turca y una escocesa. Con ellos prácticamente pasamos todos los descansos, disfrutamos del pastel y el café gratis, y de los brindis con vino en donde te podías servir todas las copas que quisieras.

La ponencia de Alejandro estuvo más bien vacía, no es el mejor escenario para iniciar una carrera académica, pero algo es algo, bien podía haber estado sólo yo. Compartío el presidium con Katherina, la chica sueca que hablaba más o menos de us mismo tema. No hubo muchas preguntas y menos para Alejandro, seguro porque era un congreso sobre historia de los medios de comunicación.

Sobre el pueblo, les puedo decir que lo caminamos todo en un día, desde sus ruinas celtas hasta el mirador, pasando por la bonita cala donde para nuestra fascinación ondeaba una bandera catalana como parte de una muestra de banderas de naciones sin país.

jueves, 11 de marzo de 2010

Nevada y silencio



Varios me han preguntado: "¿Querido Scorchy, por qué no escribes más seguido? y esta es una buena oportunidad para contestar. Surgen los rumores de que se me ha acabado la tinta de las aventuras o que me he vuelto en un puercoespín comodino. Ninguna de las dos.

Alejandro me ha puesto un poema que tiene una estrofa que dice "sucede que me canso de ser hombre" y ante la escasez de letras en estos últimos meses podría haberlo robado y decir "a veces me canso de ser puercoespín" pero no es verdad, es sólo que el frío me hace dormir más. Al fin y al cabo si los osos y las marmotas pueden hibernar por meses, por qué no puedo dormir más.

Se que mis lectores son gente informada y sabe que esta semana cayó una épica nevada en Barcelona. He aquí la foto desde nuestra ventana para que vean a qué me refiero cuando hablo de frío, y los demás habitantes de la habitación de Alejandro no me dejarán mentir.

Seguró con la primavera, cuando los botones de las flores se llenen de olores y colores, y los periquitos simulen escuadrones ruidosos de F-16 y zumben por nuestra ventana tendré más ánimos de salir a buscar aventuras. Mientras me contento con platicar con Rex y los muchachos y ver como Alejandro le da vueltas a sus temas preferidos, mientras toma té y come chocolate.

Ayer me ha dicho Alejandro que volveremos subirnos a un avión y a llenar la maleta de sueños y aventuras, esta vez para ir a Londres, una de las grandes ciudades que nos falta por caminar.

Mientras espero esta nuevo viaje, prometo contarles el bautizo académico de Alejandro en la conocidísima ciudad de Aberystwyth (¿se pueden más consonantes?) y nuestro viaje de fin de año a México, Los Ángeles y Las Vegas.

lunes, 25 de enero de 2010

Penny Lane… stop and say hello





Nuestro último viaje del año pasado lo hicimos al Reino Unido, y fue cortesía de la Universitat Pompeu Fabra. Sucede que en su faceta académica a Alejandro se le ocurrió presentar un comunicado para un congreso en Gales y éste fue aceptado. De esta manera tuvo que interrumpir sus arduas y agotadoras sesiones de lectura para escribir una ponencia sobre su tema de tesis.


Una vez escrita su ponencia se enteró de que la coqueta conferencia tenía un costo de 280 libras esterlinas. Ignoro lo que signifique dicha cantidad pero me comentó que de pagarlo tendríamos que comer a la carta, es decir que comería el que obtuviera la carta más alta de un mazo. Así que sólo le quedaba recurrir al verbo, pero esta vez en vez de intentar enamorar a alguna chica la tarea era conseguir que la universidad patrocinara nuestro viaje. Para nuestra fortuna, la universidad picó el anzuelo y no sólo pagamos la conferencia sino los boletos de avión.


¡Es así como nuestra aventura de verano tuvo como primera escala Liverpool, la tierra de "The Beatles"!


Nos quedamos en un hostal barato muy cerca de la Gran Catedral Anglicana, que según los ingleses es la más grande de Europa.

El primer día hicimos una caminata de reconocimiento y una pertinaz lluvia nos atrapó y dejó como pan mojado. Afortunadamente pudimos llegar al famoso Albert Dock y refugiarnos en la tienda de "The Beatles". Entre memorabilia, música y souvenirs, Alejandro se transportó a los 60’s. Como hacía horas que no comíamos, lo tuve que sacar de su ensoñación para avisarle que había dejado de llover y que sería adecuado ir en busca de alimento.


De esta manera fuimos en busca de un supermercado ya que nuestro presupuesto eraera insuficiente para los restaurantes. Habíamos escuchado la leyenda de que en los supermercados británicos rebajan la comida que está a punto de caducar y afortunadamente para nuestro presupuesto la leyenda resultó ser cierta. Alejandro sobrevivió con jamón y queso y yo con algunas lechugas y con los insectos que pude encontrar.


Ese mismo día conocimos a unos brasileños en el hostal y a pesar de que ellos no hablaban español ni nosotros portugués nos entendimos bastante bien y organizamos una excursión para buscar Penny Lane, la famosa calle de la infancia de Lennon y McCartney. Después de 2 horas de caminata y varias cervezas camineras la encontramos e instalamos el estudio fotográfico en la famosa calle que antes de ser inmortalizada quería ser rebautizada por el ayuntamiento de Liverpool, pues el Capitán Lane (del cual viene el nombre de la calle) era un traficante de esclavos.


Los amigos brasileños nos abandonaron el día siguiente, así que tuvimos que organizar nuestras propias expediciones. Ese día entramos al Tate Museum y paseamos por un centro comercial enorme para buscar regalitos para la familia mexicana. Su familia fue muy recordada en este viaje, en especial su mamá, pues ella fue la culpable de que Alejandro se convirtiera en un vicioso de la música del cuarteto más famoso de Liverpool.


Como si escuchara el consejo de su madre en la oreja, Alejandro se decidió a gastar las 17 libras del The Beatles Story y se volvió a perder en su propio cielo con diamantes. Pocas veces lo he visto tan contento en un museo tan caro, y no era para menos, podía palpar toda la historia de sus músicos favoritos.

Para cerrar el viaje con como se merece fuimos en pos de The Cavern. Mientras hacíamos nuestra acostumbrada sesión de fotos en la entrada, unos simpáticos lugareños nos explicaron la historia del bar donde tocaron los Beatles por primera vez y nos animaron a entrar en el bar y a retroceder en el tiempo con un delicioso pint de cerveza.

Al día siguiente le dijimos good bye a Liverpool pero el se empeñó en decirnos hello.