martes, 13 de julio de 2010

Mr. Sarajevo


Alejandro me acaba de poner una canción que hace unos años popularizó U2 (udos para los españoles) y Luciano Pavarotti titulada Miss Sarajevo y hay una estrofa que se pregunta:

"Is there a time for keeping your head down. For getting on with your day."

Nuestra respuesta fue un rotundo no. En ningún momento bajamos la cabeza, porque de esa manera no huberamos podido apreciar los hoyos de balas (o de mortero) que tienen algunos edificios que sobrevivieron al sitio de 1992 y que tan bien recuerda Juan Gosytisolo en ese libro que Alejandro me leyo antes de embarcarnos en esta aventura. Tampoco hubieramos podido ver su renovado casco histórico donde solían convivir en un paisaje multicolor y multicultural los mercados turcos, las iglesias ortodoxas, las mesquitas, los comerciantes de plata...

Lo que si hicimos fue "getting in with our day" visitamos el museo (bueno, es sólo una sala) dedicado al asesinato del Archiduque Franz Ferdinand que dio paso a la hecatombe de la primera guerra mundial. También pudimos apreciar lo que antes era la biblioteca nacional y que ahora sólo es una cáscara de uan edificio esperando a ser restaurado, como lo fue El Parlamento o el hotel Holiday Inn, que rápidamente aprovecharon las inyecciones de dolares y fueron remodelados.

Caminamos bajo la lluvia, tomamos café turco y Alejandro probó los deliciosos bureks y los apetitosos cepavis, mientras esparamos al resto de los participantes de la estancia de investigación. Ya en compañía de nuestros compañeros de investigación fuimos a un congreso sobre reconciliación y justicia,a propósito del genocidio en Srebrenica. El congreso estuvo patrocinado por la embajada estadounidense, que es lo mismo que una firma de cigarrillos patrocinara una conferencia sobre cancer de pulmón. En fin, según Alejandro hubo un par de charlas interesantes y lo demás mejro valía revisarlo en un libro.



Nos hospedamos en un hotel que fue desrtuido durante la guerra y que fue restaurado para servir de hotel en la temporada de ski. El paisaje era tremendo y mientars Alejandro entablaba amistad con las Sarajevskas (cervezas), yo conocí unos gatitos y un perro que me contaron de su aburrida vida veraniega. Nuestra aventura de los proximos días serñia todo menos aburrida

martes, 6 de julio de 2010

Nubes sobre Sarajevo




Queridos lectores, esto no es un post en forma y fondo, si pudiera definirse como algñun género creo que serían como esas nubes de pensamientos que tienen los personajes de los comics. Estas son algunas de estas nubes de pensamientos que se nos han aparecido en esta ciudad herida por las guerras:

  • Lo que podría pasar como una simple mancha roja de pintura en la calle recibe el nombre de rosa de la muerte pues son cráteres de bombas rellenados con asfalto rojo. la ciudad esta tapizada de estas manchas terribles
  • La cerveza bosnia por excelencia es la Sarejevsko. Cuentan que durante la guerra, la fábrica sólo contaba con agua y poca cebada y lúpulo para hacer la cerveza y que sólo podían hacer como una botella diaria, por lo que la dejaban aleatoriamente en alguna puerta.
  • Dicen que el festival de cine es el evento más divertido en Sarajevo, y curiosamente es antecedido por el más triste, la conmemoración del genocidio.
  • Varias personas afirman haber visto varios osos europeops en los bosques aledaños a sarajevo.
  • "Los bosnios no somos buenos planeadores pero somos los mejores improvisadores"
  • Lo que me viene a la cabeza al ver la mayoría de los edificios de Sarajevo es un queso gruyere.
  • Sarajevo tiene 500,000 habitantes y según los bosnios hay 3 taxis por cada habitante.
  • Bosnia es el país que vende más café en el mundo (per cápita) y ni siqueira lo produce.
  • Los tranvías usados en Viena antes fueron pribados en Sarajevo por si no funcionaban
  • Además del DF es el primer lugar donde vemos trolebuses (además idénticos).

Preludio balcánico




Ya deben estar acostumbrados a la pereza escritora de este puercoespín, así quenquizás les sorprenda que vuelva a escribir tan pronto, pero Alejandro ha sido aceptado apra una estancia en Bosnia y creo que es mi deber como su compañero de viaje y paparazzi contar lo que nos acontece en este viaje. Así que no nos abandonen en este mes que actualizaré el blog bastante a menudo.

Empezamos levantándonos temprano, para ir de Barcelona a Girona y de ahi tomar un "cómodo" vuelo de Ryan Air a Bratislava. Nuestro fin no era visitar esa ciudad tan pintorescda sino trasladarnos a Viena donde Poi y Vale nos esperaban para darnos asilo.

Llegamos a Viena el domingo por la tarde y conocimos "Casa paraíso" el nuevo hogar de nuestras viejas amigas y pasamos una linda velada platicando de sueños, pasados y presentes. Por desgracia, sólo pudimos estar una noche con ellas porque nuestro vuelo a Sarajevo salía en la marugada (9:50) del día siguiente.



Una vez más nos paramos temprano para estar en el aeropuerto a tiempo y lo ligramos gracias a la sabía guiá de Poi, y sobre todo de Vale, que parece conocer Viena mejor que su mamá. en fín, nos esperaba un avión con motor a élice de la afamada Bosnia i Herezegovina Airlines para llevarnos a nuestro destino. El viaje fue agradable, con un sanwich y bebidas (no alcohólicas gratis) gratis. Nuestro equipaje nos acompañó en todo momento y unos amables Kiran y Ajdin (nuestros anfitriones y organizadores de al estancia.

viernes, 2 de julio de 2010

¡Think norwegian!


Otra vez con pretexto de un congreso nos hemos ido de pata de perro -o de puercoespín. Esta vez el paraje escogido fue Oslo, pintoresca ciudad en la gélida Escandinavia. Afortunadamente el clima en verano es menos agreste y no tuvimos que empacar como si fueramos a Siberia. también para nuestar buena estrella, Alejandro tenía una amiga -Alejandra- que nos dio asilo político durante una semana.

La lluvia y un pertinente viento nos recibió y enseguida la garganta de Alejandro lo resintió, empezando lo que sería una semana de tosidos estornudos en diferentes tonos. Creo que psicológicamente ya se sentía en verano y la necesidad de llevar chamarra fue lo que doblegó sus defensas bacteriológicas. En fin, en la línea de su mamá, la enfermedad quedó en segundo plano y las responsabilidades -y el turismo- se hicieron diligentemente.



El congreso fue titulado "New landscapes of justice and security" y mi buen amigo dio su show entre tosidos y chistes. A diferencia de otros congresos donde ha habaldo, esta vez consiguó la atención del público y generó diversos y coloridos comentarios que lo dejaron bastante contento. también le provocó mucha felicidad que la universidad pagara la comida y la bebida todo el día. Debo decir que tal detalle fue una gran ayuda para nuestro ajustado presupuesto y lo aprovechamos hasta el punto mexicano de llevarse un bocadillo y tres rebanadas de pastel para que nos se fueran a desperdiciar.

El clima fue itinerante toda la semana, a veces llovía y a los 10 minutos salía un sol que ocasionaba que todos los noruegos se pusieran en traje de baño y se tumbaran en la franaj de pasto más cercana. Ale nos hizo el favor de prestarnos su credencial para las bicicletas públicas así que pudimso ver Oslo con los ojos del ciclista ya que no nos subimos al metro ni una sola vez.

Visitamos todo lo que había que visitar en Oslo, su famosa Opera que parece estar emergiendo del oceano, su castillo -bastante sencillo por cierto-, la fortaleza Akershus, el museo de los barcos vikingos y del famoso explorador Heyerdahls.

Sin embargo lo que más disfrutamos fue al compañía de Ale, su esposo Knut y su linda hija Sara María, que dicho sea de paso no nos hablaba cuando llegamos pero hasta nos incluis ane sus juegos unos días después. Con ellos fuimos a nuestro primer cumpleaños noruego y Alejandor pudo confirmar que quizás tenga un antepasado noruego pues la comida -especialmente los postres- es parte fundamental de estos festejos.

Otro episodio interesante que nos ocurrió fue conocer a una linda chica noruega que quería salvar a un pobre cuervo que se habia caído de su árbol. en un pequeña plaza entre la Opera y la Estación Central, Alejandro se dedicó a estar con ella mientars los junkies locales evitaban que la chica se llevara el cuervo a un veterinario esgrimían teorías sobre la monogamia y la fidelidad de los cuervos. Sin que me vieran yo pude hablar un poco con el cuervo, que en medio de su agonía estaba feliz porque hubiera aún personas en el mundo que se preocuparan por la vida.


El útlimo día pudimos ver el museo de Edvard Munch y ver las famosas pinturas de "El grito" y "Los vampiros" que fueron robadas hace no mucho tiempo. Buen museo que no pudismo ver en la semana debido a una huelga de guardias de seguridad.

Con la misma tos en sol menor, pero con un mejor clima volvimos a Barcelona muy agradecidos con Ale, Knut y sara marñía y con la esperanza de volver a Noruega para presenciar las auroras boreales y el sol de media noche.



jueves, 1 de julio de 2010

London bridge is not falling down


Despúes del largo viaje a México, Los Ángeles y Las Vegas tuvieron que pasar 4 meses para que, como dice Alejandro, volviera a agarrar agua la nube y pudieramos viajar de nuevo. Esta vez el pretexto -siempre hay uno- fue el Congreso sobre Sociedad y Vigilancia al que Alejandro quería asistir para platicar con un investigador, que le facilitaría la posibilidad de viajar a Canadá. Así que este viaje fue el pretexto para buscar otro pretexto para otro viaje futuro, ¡Guay! como dicen por estas tierras.

Para no volver a ejercer el oficio del extrañamiento, esta vez Cristina hizo todo lo posible para acompañarnos y así fue como partimos los tres a la ciudad de Dickens, Jack el Destripador y el Chelsea F.C. Precisamente en el hotel del Chelsea F.C nos hospedamos y guardamos silencio sobre nuestra sangre blaugrana.

Desde el primer día -y dada nuestar restricción presupuestal- Alejandro y Cris hicieron el voto de caminar lo más posible pues con el precio de un autobus en Londres bien puedes comer una comida corrida en México. Afortunadamente el clima nos sonrió y para nuestar sorpresa ninguna nube de tormenta nos persiguió al salir del hotel.


El primer sitio que visitamos fueron los Almacenes Harrods, donde Alejandro se acordó especielamente de su madre consumista y su hermano enamorado de la ropa de diseñador. Posteriormente nos enfilamos hacia el famoso Soho caminando por Picadilly Circus. vale la pena contar que en el viaje Alejandro se ocupó de la ubicación espacial y Cristina de memorizar las atracciones. Yo simplemente ejercía voto de calidad cuando les daba por ponerese democráticos o estaban tan cansados que no podían decidir.

Ese mismo día tuvismo la suerte de encontrar varios puestos de comida alrededor del Mercado de Covent Garden. Había de todo, hamburguesas, salchichas, kebab, arroz, pasta, hasta comida vegetariana para mí. Además de la música en vivo, la gran ganancia del día fue un chelsea bun -algo así como un rollo de canela- que nos salió gratis.

El día siguiente jugaba el Barça contra el Madrid, por lo que nuestra visita se vería interrumpida por tan notable evento deportivo. Así que decidimos simplemente ver lo más representativo de Londres, es así como llegamos al reloj gigante ese que impresiona tanto, a la Abadía de Westmintser y al Palació de Buckinham. A ninguno de ellos pudimos entrar ya que no era temporada de verano. Esto nos dio tiempo para caminar un poco a la orilla del Thames y buscar un bar para ver el partido. Finalmente tuvimos que pagar 5 pounds para entrar al bar y ni siquiera nos dieron uan consumición, pero como dice un comercial, ver ganar al Barça no tuvo precio. Aún con la adrenalina del partido volvimos al hotel caminando y no miento si les digo que hicimos como dos horas y media. Los pobres llegaron tan mlatrechos que al día siguiente decidieron probar el metro de Londres.



Como era de esperarse, lo pirmero que hizo Alejandro al entrar al metro fue contar las CCTV's -sin comentarios-. Ese día lo dedicamso a museos. Primero la Tate Modern y luego el British Museum, o como lo llamó Alejandro "la quintaesencia del robo arqueológico". Este último fue tan impreisonante que volvimos el último día. Ese mismo día encontramos otro mercado, el de Brick lane, donde comimoms una extraña pizza japonesa de col con queso y un arroz tailandés, yummmy!!


Cristina nos abandonó pues tenía que regresar a trabajar, y Alejandro me llevó al congreso. Sólo pudimos entrar a 3 sesiones pero según el valió la pena, pudo apalabrar la estancia en Canadá y
conocer otros individuos interesados en su tema de tesis.

No se por qué razón nos habíamos resistido tanto a visitar Londres, es una ciudad cara pero bien vale la pena visitarla, sobre todo cuando no llueva.